martes, 11 de noviembre de 2008

El copyright de mi rata y su ruedita…


No entiendo el plagio, pero no acepto la (falsa) intención, ni la transgresión. Ya no me empeño en herirme, violarme o cerrar los ojos. Yo ….. pienso -y no tendría porque pensarlo nadie más sobre este planeta- que resulta lógico, normal o humano (lo soy), despreciar instantáneamente a alguien que te golpea intencional y ventajosamente. Que te lastima. El darme cuenta y sentirme capaz de aborrecer, casi de modo automático e instantáneo (breve pero cierto), me recordó a mi especie, me aventó al pozo de mi conciencia – y casi maté al grillo al caer- Pero el grillo estaba preparado, me estaba esperando con su listita empolvada en la mano; lo escuche decirme, “come on, I was wating for you” -ja ja ja creo mi conciencia intenta ser bilingüe-
Vivo y soy humana no nada más porque se me heredo, como esos intrincados genes escondidos que nadie ve pero que a cada tonteria que haces te recuerdan que ahí están los muy zorros y que no son recesivos. Soy humana porque lo siento (neurológicamente hablando) no me niego ni lucho contra la carne que llevo puesta, no me avergüenza ni desprecio esta máquina perfecta y hermosa que me queda a la medida (con todo y los kilitos de más) éste es mi estuche y me encanta, “aquí adentro vivo yo” y mi disfraz como el tuyo es de humano. Cuando tomo un bisturí e incido cada tejido de otro humano mantequilla y me atrevo a abrirlo en dos, y me muevo entre su sangre, y lo corto, y lo extraigo, y lo suturo, me sé, me siento y me recuerdo humana con la extraordinaria e increíble construcción perfecta que somos tan vulnerable y finita. Nos veo físicamente por dentro pero no penetro en el alma o conciencia, conozco como funciona, como trabaja y me admira, me sorprende y me intriga. Aun sigo pensando ¿en dónde me alojo exactamente? ¿Donde vive mi rata y su ruedita? ¿En dónde está mi amor, mi sueño y mi conciencia? Y lo mejor ¿en dónde mis pinches y numerosos defectos? -no duraría en programarme un trasplante a veces- ¿estarán escondidos en mi hígado o en mi páncreas?
Este cuerpo completito, carne, hueso, sangre, conciencia, mente, sentimiento, etc., etc., etc., tiene vida y por tal motivo se lastima, enferma, vomita, respira, duerme, razona, imagina, crea, destruye, orina, excita, duele, enfría, contrae, crispa, derrama, reproduce, divide, estriñe, grita, conmociona, asusta, enfurece, orgasmea, ríe, trasciende, muere… hacer todo eso es el privilegio que nos da la maquina y su contenido ( The Nicenada´s inside )
Estamos los que somos. Muchos corrompen la humana identidad, transgreden, abaratan, humillan y distorsionan la especie (la hacen quedar mal); otros siguen en conflicto y flagelándose por su humanidad o se creen otro especie de especie. Se diluyen, segregan, autoexcluyen y engañan. El estuche solo nos hace humanos por definición, nos da una casa para poder guardar una Ignacia, un Juan, un Carlos, un Oscar, una violeta, etc, etc.
Entiendo que seguramente tengo reservado un lugar de no aprecio en él (el no humano). No tengo otra identidad, es más no la quiero. ¿Qué pasa si el golpe que te hace temblar viene de alguien que si conoces? ¿Que tiene una cara familiar? ¿Qué pasa si viene directo y a tu cuerpo de alguien que amas? ¿Qué pasa si no pasa nada? Me sentía confusa, perdida, iracunda y aterrada sólo quería (error) un: olvídalo ya pasará, no un juez que se empeñará en hundir más mi estado temporal de “odio a los pitufos”.

¿Qué se hace con eso entonces? ¿Quién se llevo el buzón? Resulta que más bien descubrir que no puedo odiar (me enfermó por unas semanas y me tuvo verde e irreconocible) No sé desde cuándo tiene el papel de corrector de estilo o de juez, pero aplastome en una de sus fasciculaciones recurrentes de plagiario: tan trifásico como un pinche semáforo cocainómano que a veces duda entre dar el paso o detenerlos a todos y todo con tal de provocar un superchoque. Podría tener una lista, pero tanto nos hemos perdido, que ahora sé que lo ame profundamente y no porque no era humano -como yo creía- sino porque era el humano más hermoso que yo conocía -bueno no conocía a muchos perdónenme- Quise exprimirle magia a la jerga. No se me agoto la fe aun sigo adorando tintinear, aun me tardo horas platicando con 18 mujeres desconocidas al día que me confían, me creen, me escuchan, me enojan y hacen reír; aun soy profundamente adicta a las risas, a que me escuchen -ya no importa con cuanta atención-. La recalcitrante costumbre suya de plagiar, corregir y descararse como cualquier prostutita que se cree decente solo porque no agacha la cara o porque cree tener una buena razón para hacer lo que hace me tiene extraviada. La contigüidad no es un milagro, sino una forma de contagio. Hice taquifilaxia, después fibrosis y al final resistencia. Solo los humanos ofrecemos falsas disculpas…
La mariguana solo crea dependencia psíquica, la física es obra del humano en cuestión (consumidor), y si el orgasmo lo mezclas en el mismo vaso para condimentar o enfatizar el sabor, mañana eyacular será obra parasimpática pérdida.
¿En dónde lo escuche???? -simplemente es otro plagio- sinceramente y sin dramas adiós.
El secuestro transiorio de mi rata.

2 comentarios:

M. dijo...

Es-cú-cha...me

Primero: excelente fecha para publicar este tu segundo post de blogger. 11:11. Un pulgar arriba.

Los títulos... ¡qué cosa!, ¿no? Los títulos dicen tanto como para invitar o evitar que los ojos devoren un texto o que simplemente se laman unas primeras líneas, como si fuese una paleta de dulce no muy deliciosa. En la continuidad se pierde un poco el encanto de la intitulación (Pesadilla en la calle del infierno uno, Pesadilla en la calle del infierno dos, Pesadilla... etc.) He ahí la importancia de los subtítulos. Esta vez tu título no me encantó.

El plagio... Te lo explico. Es una apropiación muy personal de un recurso literario que ya había usado con anterioridad (pregúntale a Vanessa). Es mi único y básico ejercicio de despersonalización-proyección indirecta.
La falsa intención se refiere a las disculpas, cómo pedirte unas sinceras por algo que de antemano sé te afectará, es demasiado cinismo hasta para esta puta, pacheca pero decente, que te escribe. Jeje. Finalmente, vieja amiga abrazo la onomatopeya de la"s" risas.

La trangresión es propia del plagio (desde luego como recurso literario) y circunstancial ante la falsedad dis-culposa descrita anteriormente.

Mmm... en realidad contigo, la transgresión fue cosa cotidiana. (cara de huele-a-pedo, jajaja).

Anyway...

Inoportuno mi escrito, eso sí, pero mira, finalmente efectivo: hemos roto lazos. Debo ser honesto, no era mi intención hacerlo; ni falta que hacía dada su laxitud. Violento, también, y por eso doblemente inoportuno.

Lo aclaro, en ningún momento mi plagio intenta hacerla de apología de la violencia que te aconteció. Que no se olvide este punto. Sin embargo, debo decir que hasta por un momento parece que tu vibra paranoica condújote muy desafortunadamente a ese suceso. (tencuidadoconloquepiensas).

El susodicho (plagio) tampoco constituye una falta de creatividad. Todo lo contrario, es un ejercicio muy rico e interesante. Te lo recomiendo.
Enjuiciante, podría considerarse, pero no como objetivo primario.
¿Discernir puede prescindir de un juicio?

El resto de tu escrito es obvio. Cierto por obvio. Soy en tu escrito. Pero no por eso es irritante, lo es por ser aire (ahora cuando baja la marea...).

Yo sí odio, es decir, yo sí he odiado y sí puedo odiar. Hasta en algunas ocasiones lo hice hacia ti brevemente (que no es atenuante) cuando alguna muerte se hizo patente. Te odié cuando supe que dejábamos de querernos.
No te odio (en presente), pero tampoco ya te amo. También si me pongo débil (flagelante, dirías), me podría odiar por eso, pero no lo hago, no por inflexible sino por firme, cierto, honesto. Porque también te amé, como a nadie; porque eso también es obvio, como que soy una especie de especie, como que somos únicos e irrepetibles a cada paso y en todo momento.

Aquí al final, por haberte enfermado y herido, por haberte ofendido y odiado, te pido disculpas.

Que persista lo grato en la memoria.

Sinceramente: buen camino.

M.

Ruben Asis dijo...

Te lo dije Rata, sigue navegando con bandera de amigos por siempre; al menos ya eres otra lo borraste como tu tatuaje, pero te dolio el proceso de la desentintada. No mezcles letras con drogas porque así destruyen más (tu me lo dijiste ayer)... jajaja mujer de hielo te veo el fin, alejate y cuentale a quien más confianza le tengas, parece que se arma lo de los cuatro. Ya deja esos cobardes.